La historia, lisa y llanamente, no tiene el más mínimo sentido. No sé que problemas de la narrativa señalar como lo peor, cuando hay tantos lugares para atacar.
Por un lado, el personaje de John Connor es demasiado obvio como esta metido de los pelos en la historia. Escenas que no hacen nada a la historia a cada rato interrumpen la mucho mas interesante historia de Marcus, para mostrarnos a Connor dando saltos, persiguiendo robots, dando mensajes radiales… y lo peor, son escenas tan al cuete, que apenas terminan complementándose a la trama, y terminan aburriendo y molestando.
Por otro lado, esta llena de agujeros de lógica… Alguien tiene que avisarle a los Nolan (en este caso Jonathan) que no es todo tan fácil como decir al final “era todo parte del plan”. Cuando pretendes eso, por lo menos tratá de fijarte si era posible planear todo lo que paso. ¿Por que le hecho la culpa a Nolan, y no a los otros guionistas, Brancato y Ferris? Este problema de plan sin sentido y complicado es claramente una de sus revisiones al guión, el famoso cambio de final.
Pero hablar de la poca lógica de Terminator La Salvación, y dejarlo en el imposible plan, es como hablar del gobierno de Menem y solo mencionar que tenia patillas. Terminator: La Salvación es un bazar de lo inverosímil (y esta hablando alguien que no tiene problemas con cyborgs que viajan en el tiempo para asesinar gente que no todavía no nace). Robots gigantescos y ruidosos, que cumplen su objetivo de acercarse sigilosamente a atrapar humanos (no pregunten para que). John Connor que encuentra el submarino secreto con los lideres de la resistencia, saltando desde un helicóptero al mar (el mar es un pañuelo para John Connor). Los líderes se quejan de lo impredecible que es Connor (escrito en el guión así, para que parezca el super bad ass) y después le dan el arma secreta clave para ganar la guerra. Los cuarteles generales de Skynet, con teclados y pantallitas, a pesar que no necesitan comunicarse con humanos (ni deberían querer). Un único Exterminador operativo en toda la base (¿les dije “cuarteles generales de Skynet”, no?). Este Exterminador, se la pasa pegándole y revoleando de un lado a otro a John Connor y a Kyle Reese, pero cuando se trata de pelear con Marcus, no tiene reparos en identificar inmediatamente la forma más eficiente de acabar con él. Y hay cosas peores, mucho, mucho peores.
Y el otro problema de la narrativa es su muy bajo nivel… oportunidades perdidas de contar mejor tantas cosas. La escena inicial con Marcus sentenciado a muerte, donando su cuerpo a Cyberdine atenta contra la película, aniquilando el suspenso que se podría crear en torno a su origen. Lo sigue otra secuencia anti climatica: unas letras con fondo negro cuentan lo sucedido en el Día del Juicio (citando parcialmente la intro de T2). No hay que ser un genio para darse cuenta que es miles de veces más agradable mostrar algún tipo de imagen del bombardeo nuclear, y escuchar una voz contando que paso… Y una y otra vez, guiños obvios al extremo a situaciones de la saga. Los guiños se hacen molestos, cuando uno ve todo lo que esta mal en la película en relación a las anteriores. Uno lo imagina al director McG como ese amigo farsante, que habla de películas que no ve, o se hace el entendido dando muestras de conocimientos que tiene todo el mundo.
Tristemente, todo esto hacía que me dé la sensación de estar viendo una parodia de Terminator y Transformers. Esperaba que en cualquier momento salga Francella y diga "¡Mototerminators! ¡Rajemos, Emilio! Si me hubieran dicho que estaba viendo Robot Movie, de los Wayans, lo hubiera creído.
Christian Bale, después de todo lo dicho de la trama, resultó ser el menor de los problemas (bah, un problema menor). Su actuación no será la gran cosa, y a veces parece que tratara de ponerle emoción a la actuación, por el gusto de ponerle emoción. Pero nada más. Bryce Dallas Howard, y Common, apenas participan. Sam Worthington hace un buen papel. Anton Yelchin es magnífico como Kyle Reese, da miedo lo cerca que esta de la interpretación de Michael Biehn. Michael Ironside es casi un cameo, un viejo conocido de la ciencia ficción que es muy agradable de ver.
Efectos especiales, no hay gran cosa que decir. Están muy, muy bien, pero, salvo el Arnold (oh, spoiler, no se entero nadie que iba a estar), nada del otro mundo (siempre y cuando consideremos a este mundo como el de los buenos efectos)
La acción, muchos la elogian como el punto de redención para esta película, pero sinceramente, con la trama que tiene, me importa poco y nada. Ya que no invierto nada emocionalmente en los protagonistas, la acción buena o mala, no puede emocionarme.
Terminator: La Salvación es el trabajo de un director que cree que competir con Michael Bay es algo bueno, una lista kilométrica de guionistas escribiendo y revisando el guión, cuando la huelga de guionistas lo permitió y un protagonista interpretando sin ganas un personaje metido de los pelos en la trama. Un film que trata de hacerte creer que conoce a su propia saga, referenciándola como cualquier hijo de vecino puede, pero fallando en repetir lo mejor de entregas anteriores: Relaciones humanas, héroes enfrentando el destino, villanos interesantes y temibles.