James Cameron es uno de los “súper-directores” que hay en Hollywood. Un evento como su primer película después de 12 años, de ciencia-ficción, en 3D, y a la vez con tecnología supuestamente revolucionaria, crea expectativas gigantescas. Y
Avatar no decepciona.
La historia gira en torno a
Jake Sully (Sam Worthington), un soldado lisiado, quien narra su llegada a
Pandora, una luna en la que una corporación privada se encuentra trabajando. La empresa busca minar un metal sumamente valioso, pero tiene problemas con la población indígena. Como medidas para contrarrestar esto, la empresa emplea soldados como fuerza de seguridad y choque. Por otro lado, también avanza con una colonización más pacifica e investigación, utilizando el programa
Avatar: Humanos viviendo a la distancia en cuerpos híbridos de los humanoides indígenas (
los Na’vi), para co-habitar el hostil ambiente de Pandora.
Los avatares son diseñados para funcionar específicamente con la persona que presta su código genético para crear el cuerpo nuevo, y a Jake le ofrecen tomar el lugar de su hermano gemelo muerto, para no desperdiciar el avatar y la gran inversión que implica. Jake es un soldado, tomando el lugar de su hermano científico, lo que no sienta bien entra los miembros del programa Avatar, en especial la líder, la
Dra. Grace Augustine (Sigourney Weaver). Quien si ve con buenos ojos esto es el
Cnel. Quaritch (Stephen Lang), jefe de la operación militar, que espera que Jake le brinde inteligencia para poder dar una solución militar, ante la falta de progreso de las vías diplomáticas o de alfabetización de los nativos.
En cuanto Jake comienza a vivir a través de su avatar, y más adelante por accidente se acerca más a la cultura Na’vi, comienza a tener un cambio de actitud y espíritu que juega un papel crucial cuando el conflicto se desata.
La historia a rasgos generales salta a la vista que es la típica historia de colonización y choque de culturas, en las que un viaje de autodescubrimiento termina en adaptar la cultura contra la que se luchaba. Se ha hecho montones de veces, y desde hace mucho, así que si ven a alguien que se piensa que es un gran analista de la narrativa porque la ve parecida a Pocahontas,
péguenle.
La historia del cine esta llena de películas cuya premisa no es nada nuevo, pero el film resulta brillante. Pasa todo el tiempo, y va a pasar de nuevo, porque no siempre se trata de tener una premisa innovadora, sino, la mayoría de las veces, por su ejecución.
The Hangover puede parecer trillada si se juzga el concepto "comedia gente que no recuerda que paso y empieza a retomar sus pasos", pero la ejecución es brillante y es una de las mejores comedias de los últimos años. Algo similar pasa con Avatar.
Avatar, como historia, es un conjunto de ideas (originales, semi-originales, y prestadas) combinadas de forma muy estimulante (además de la ya mencionada historia de culturas). Tiene a los marines similares a
Aliens, trabajando para la corporación privada, que, similar a Aliens, cuyos intereses económicos es la razón por la que los militares están invadiendo. Y prácticamente todo el tiempo, tiene a los marines combatiendo a los indígenas utilizando la tecnología inconmensurablemente superior contra un enemigo poco desarrollado militarmente (Dios, vean el paralelismo con algo del mundo real y actual, y péguenle al próximo que diga que la película es muy yankee).
El mundo de Pandora es extremadamente rico, lleno de detalles geográficos, de flora y fauna. La parte más interesante, obvio, es la característica distintiva de los seres que viven allí. La capacidad de conectarse unos a otros, como a través de un USB natural, y la existencia de una especie de “conciencia planetaria” (posiblemente inspirada en el videogame
Alpha Centauri, de Sid Meier, que no puedo creer que nadie más cite). Algo real y concreto, simbólico de la unión con la naturaleza y la biodiversidad (en oposición al imperialismo). Más allá de eso, es todo un mundo para destacar, con su población y su cultura y lenguaje.
Un muy buen detalle para destacar, es el impacto del uso de avatares en si. Varias historias han usado el recurso de mostrar a los usuarios enviciados, en historias en las que utilizan otros cuerpos (
Identidad Sustituta, recientemente), pero Avatar aporta una forma genial que la aparta. Jake cada vez quiere pasar menos el tiempo en su cuerpo humano, al punto de no comer ni tolerar la luz, detalles obvios que tal vez algún gamer reconozca. Menos obvio, ya que no es vital para la trama, pero presente de forma sutil y exquisita, es una reacción similar en la Dra. Augustine, quien como humana se ve frustrada, fuma, de mal humor, y en su "modo avatar" es más tranquila, y amable.
Avatar cuenta con un gran elenco.
Sam Worthington hace su mejor trabajo como Jake Sully, en su viaje descubriendo Pandora, y
Sigourney Weaver hace también un papel extraordinario, con las nombradas dualidades humano-avatar.
Stephen Lang interpreta al jodido Cnel. Quaritch, el principal antagonista que injustamente vi que tildaban de “plano”, pero que al principio parece que va a ser el “Michael Biehn” que va a sacar las papas del fuego en el infierno de Pandora. Una crítica similar, e igualmente infundada, fue para
Giovanni Ribisi, el administrador de la operación empresarial en Pandora, que al principio aparece codicioso, pero al ver la destrucción que causan, muestra algo de remordimiento (por ahí los gestos son demasiado sutiles para que los capten algunos).
Zoe Saldana hace un impecable papel, muy físico, y a la vez teniendo que hablar en Na’vi.
Visualmente, obviamente, hay dos puntos que analizar. Uno es lo visual propiamente dicho, incluyendo el uso de la imagen generada por computadora (
CGI). El otro, para los que asistan a tales funciones, el uso del
3D. El 3D es muy discutible analizarlo aparte, pero más adelante con eso…
El CGI es la tecnología de la que se habló, como el punto a perfeccionar que no hacía posible realizar la película hasta entonces. Y aunque la creación de imágenes por computadora, lugares y seres humanoides es algo que se haya hecho, y bien, antes, Avatar es un gran paso adelante, acercándose un poco más al Santo Grial del CGI, que es la imagen
foto-realista.
Los Na’vi son increíblemente detallados, y sus movimientos y gestos son 100% naturales, traducidos por medio de la tecnología de
captura de movimiento. Es muy impresionante, la combinación de detalles y gestos a la hora de los personajes humanos que usan avatares Na’vi. El detalle hace que los seres se vean reales, y es asombroso ver en esos seres
la misma cara, gestos, expresiones, que vemos en ellos en sus cuerpos humanos.
El resto del mundo es impresionante, pero lo mejor es la combinación de "maravillas" creadas para la película, con una potencia a la hora de mostrarlas. Cameron juega a la hora de mostrar Pandora volando, corriendo o quedando inmóvil, mientras la riqueza visual inunda la cámara. Si quieren imaginarse como es esto, piensen en las locuras (lindas) con las que George Lucas inundo las precuelas de
Star Wars, pero filmadas con el talento de Spielberg.
Y acá es donde el 3D se mezcla con el resto del análisis visual. Porque no es un 3D "
tirapiedras", en el que la navecita se viene contra la pantalla, o salta algún objeto para que el público lo esquive. El 3D esta usado… o no usado, mejor dicho. Los planos y acción de Avatar son los propios de cualquier película, y el rol del 3-D no es divertir al publico engañando sus ojos para que crean que algo está metros delante de la pantalla, sino que cumple proporcionando una experiencia
inmersiva, dando una profundidad sutil a todo lo que se ve en pantalla.
Y aunque no estoy familiarizado con las técnicas para filmar en 3-D (lo único que se es que Cameron ahora utilizó cámaras diseñadas especialmente para la producción del film), puedo decir que vi algo especial. Siempre que estuve en el
IMAX viendo 3D, no importa donde me sentaba, el efecto fallaba con algunos objetos y veía la doble imagen borrosa como si tuviera mal puestos los anteojos. Con Avatar, a pesar de que me senté en una ubicación poco recomendable para que el efecto funcione, no falló en ningún momento (y creánme que busqué, porque si algo odio, es perderme el 3D porque estoy mal ubicado o no mirando directamente a la pantalla)
Como detalle final, el film esta muy bien acompañado por su banda de sonido. Obviando al tema de los créditos finales (Oscar-bait "a la Celine Dion"), la música de orquesta de toda la película es preciosa. Una composición del veterano de Cameron,
James Horner, con partes corales cantadas en Na’vi, y colaboración de la
etnomusicóloga Wanda Bryant.
Avatar es una maravilla visual, con una historia en apariencia simple, pero con la grositud de la ciencia ficción estilo Cameron, y a la vez esconde algunos detallecitos interesantes. Si con eso no les alcanza, vayan al menos por la forma en que redefine la experiencia 3D.